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martes, 2 de junio de 2015

Osamentas revelan el lado oscuro de los conventos medievales

92 osamentas fueron descubiertas en el sitio donde solía ubicarse el Littlemore Priory, un convento erigido en una región de Oxford, Inglaterra, en 1100 y que fue clausurado en el año de 1525. Entre los esqueletos había hombres, mujeres y niños.
cementerio oxford convento (2)
El esqueleto de una mujer, enterrado bocabajo y el cuerpo de un niño situado entre sus piernas. Fotografía por JOHN MOORE HERITAGE SERVICES
Según el arqueólogo Paul Murray, que encabeza las excavaciones, cuando tuvieron lugar los entierros en las áreas que pertenecían a la Iglesia, probablemente los muertos eran personas muy adineradas o miembros distinguidos del clero.
Hasta ahora se ha confirmado que 35 osamentas pertenecen a mujeres y 28 a hombres. Las otras 29 aún no tienen un género determinado.
En una de las tumbas de piedra mejor construidas se encontraba una mujer que murió a los 45 años, aproximadamente. Se cree que fue una de las 20 madres superioras que asumieron el cargo durante la existencia del convento.

Otra tumba fuera de lo común contenía un bebé probablemente recién nacido, un esqueleto con señales de trauma en el cráneo (quizá la causa de muerte) y, lo más curioso, una mujer posicionada bocabajo – quizá un indicio de que ella estaría pagando por sus terribles pecados después de la muerte.
cementerio oxford convento (1)
Fotografía: JOHN MOORE HERITAGE SERVICES
Una de las hipótesis que se maneja para la identidad de esta mujer es que se trata de una de las “monjas pecadoras” denunciadas por un antiguo cardenal, el Cardenal Wosley, cuando el convento fue cerrado.
Se dice que la última madre superiora, Katherine Wells, fue destituida después de dar a luz a una hija, probablemente fruto de una relación con un sacerdote. Supuestamente también hurtó pertenencias del convento para obtener algo de dinero y criar a su hija. Hay registros de otra monja, en la época de 1517, que fue denunciada después de tener un hijo con un hombre casado.
La vida al interior del convento era severa, los castigos para las monjas incluían las palizas. En 1518 una de las hermanas fue castigada por “jugar con niños” siendo encerrada tres días en la despensa – solo se le permitió salir cuando amenazó con quemar las provisiones y rompió una de las ventanas.
Los esqueletos que están siendo analizados serán removidos del área – cuyo terreno se aprovechará para construir un hotel – y enterrados nuevamente en un camposanto. Que manía esa de construir hoteles sobre cementerios antiguos.

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